Este libro tenía que haberlo leído hace casi un mes por el reto que organizé en el blog, pero entre Pinto y Valdemoro no tuve tiempo... Una pena. El libro, que es la tercera parte de la saga "Geralt de Rivia" es el mejor de los tres que llevo.

En las reseñas del primer y segundo libro ya dije que la saga me estaba gustando mucho pero que tenía un inconveniente. Éste era que esas dos novelas estaban formadas por relatos aislados, sin continuidad histórica que me dificultaban el meterme antes en la piel del personaje. Con este tercer libro eso queda totalmente subsanado.

En La sangre de los elfos tenemos a personajes que ya conocíamos (Geralt, Ciria, Jaskier, Jennefer...), junto con otros que son nuevos y  nos presentan para la continuación de la saga, ya que serán muy importantes en la historia en la que se basará la saga, y que se perfila en esta tercera entrega.

Este libro empieza con los personajes que dieron fin a la anterior novela. La descubierta princesa y el brujo viajan juntos a esconderse. Nadie debe saber dónde están, que están juntos, que la chica sigue viva, y además, lo que hay dentro de ella. El problema (cómo no) es que hay muchísima gente que quiere a esa niña. Unos viva y otros muerta.

Geralt y la niña pasarán mucho tiempo (meses) con otros brujos. Éstos enseñarán a la pequeña diferentes materias, artes y defensa personal, todo lo que una buena pupila de brujo debe de ser. Ella es el destino de Geralt. La niña le fue prometida. Geralt debe convertirla, ¿pero así lo quiere él?

La primera mitad del libro se centra en la convivencia de los brujos con la niña, la cual es durilla y divertida a partes iguales. Solo tenéis que imaginar a brujos avezados en la lucha con un monstruito correteando en su castillo, teniendo que enseñarle cosas que niños normales nunca aprenden, y... ¡Sin caer en la cuenta de que la niña tiene una vez al mes la menstruación! No os imagináis lo divertidísimo que es el momento en el que caen en la cuenta. Siempre que me acuerdo me parto de la risa. La verdad es que Sapkwoski tuvo una genial idea al juntar a estos personajes tan dispares en un mismo sitio. La combinación es explosiva.

Tras esta primera parte en la que nos ponen en situación (nos presentan a nuevos personajes, nos maravillamos y sorprendemos ante los rápidos avances en el aprendizaje de la niña, y nos reímos por la extraña y buenísima relación entre los brujos y la niña), tenemos una segunda parte donde todo se complica.

Vuelven personajes antiguos y muchos más nuevos que aunque en este libro se contentan solo con hablar mucho y hacer poco, dejan bien asentadas las bases para ponerlo todo patas arriba en las próximas continuaciones de la saga.

Reyes, príncipes, hechiceras, militares, elfos y un sinfín de razas, especies y humanos quieren tener en sus manos a la pequeña para detentar el poder, para conseguir lo que quieren, pero para ello deberán enfrentarse a Geralt de Rivia y a un puñado de amig@s del brujo.

Hay una guerra por el mundo. Los elfos lo quieren solo para ellos (tal y como fue en el pasado), y los humanos no están dispuestos a dejar que ganen. ¿Quién puede decir el curso de la historia? Ciri, la pequeña.

Se podría decir que esta segunda mitad es algo más compleja que la primera, y en un principio algo más "movida" (peleas y magia), pero hacia el final volvemos a los términos del principio con una lectura tranquila y divertida, otra vez por la convivencia de la niña con otro personaje importante.

Este libro sería una introducción a lo que vendrá en los siguientes libros. Sí, es el tercero de la saga, pero es el primero que tiene una continuación histórica y no simplemente un compendio de historias más o menos aisladas. La sangre de los elfos nos presenta el mundo fantástico en el que se mueve Geralt, y en el que se decidirá el futuro de la humanidad.

Muchos dijeron que al ser introductorio les gustó algo menos que los anteriores, que tenía menos acción, pero yo no pienso así. Ciertamente hay menos acción y magia, pero Sapkowski escribe tan condenadamente bien, hila tan finamenta la trama, y crea esas relaciones tan divertidas entre sus personajes que hay que amar este libro sí o sí.

Me ha encantado, me ha gustado muchísimo, más que los anteriores. Y sabed que estoy como loca por leer la continuación. Ahora empieza la saga, ahora empieza la historia, y yo no pienso perdérmela.

Imprescindible para toda aquella persona amante de la fantasía.