Toda persona que me conoce sabe que soy una gran fan de esta serie porque realmente consigue que te rías, y aunque la puse por las nubes en la reseña de sus dos primeras temporadas no puedo hacer lo mismo con la tercera.

La serie explotaba las relaciones y situaciones graciosas entre unos protagonistas que se ven separados en esta temporada y  medio sustituídos por otros, cosa que no hacen gracia. Much@s podéis pensar que lo digo porque me había hecho a esos actores y cosas por el estilo, pero no, los cambian por otros personajes que tienen como papel el no hacer gracia, el ser contrarios a Miranda (su 'pareja' y el padre). Sinceramente no le veo el punto a cambiar a unos personajes que iban tan bien con la historia y que se habían metido en el bolsillo a los telespectadores. Esta sustitución se carga la serie.

La madre sigue apareciendo lo mismo, pero al antiguo jefe del restaurante de al lado se lo cargan (vamos, que no sale), la amiga tipo Barbie al principio casi tampoco sale, la cansina Penny hace dos apariciones y fuera, y Gary también sale muy muy poco...

Tiene seis capítulos y solo me han gustado los tres últimos, y como no me parece bien que las series utilicen sus mejores cartuchos solo al final, le bajo mucho la nota. Por mucho que me guste Miranda ese recurso me saca de mis casillas, me parece muy feo.

No sé qué más poneros. Sinceramente ha sido una decepción porque esperaba mucho más de esta serie. Los tres primeros capítulos no me gustaron y los tres últimos sí, así que le doy un seis y punto pelota. Espero que si hay cuarta temporada, vuelva a las líneas que hicieron de ella una de las series más vistas y queridas.