Por fin os puedo poner la reseña de la continuación de 'Sueña' de Lisa McMann. Aunque ese primer libro me gustó, os recuerdo que la manera en la que estaba narrado (al menos en parte) no me hizo mucha gracia, lo cual, por suerte, en su continuación es algo que está solucionado casi por completo. Sigue utilizando en ciertos momentos unas frases muy cortas, pero en general se puede decir que ya no está escrito como si fuese un telegrama.

Una de las cosas que captaron mi atención fue la portada. Está claro que sigue el mismo esquema que la primera (y que su tercera parte), pero teniendo en cuenta de qué va la saga (o más bien la primera parte de ésta), no lograba entender el por qué de la imagen que salía. Ahora que lo he leído puedo decir que sí, que lo entiendo, pero hubiese estado mejor la albóndiga. 

Seguimos con los mismos personajes, con Janie, Cabel y la comisaria Komisky, pero como los protagonistas deberán enfrentarse a un nuevo caso, obviamente la autora nos mostrará a otros tantos nuevos, tanto víctimas, como agresores y otros para despistar. 

Lo que ha conseguido gustarme tanto de este libro es el problema al que se enfrentan, ya que como ellos son adultos, digamos que el problema también lo es. Están frente a unos casos de violaciones, por lo que los sentimientos serán más profundos, el peligro mayor, las pesadillas que arrastrarán a Janie serán muchísimo peores, y encima, que ella pueda llegar a ser uno de los objetivos, tendrá grandes consecuencias en la ya difícil relación que mantiene con Cabel.

Algo que me ha encantado ha sido el momento de tener que narrar... digamos el momento previo a las violaciones. Esta saga es juvenil, pero como ni el libro ni los protagonistas son tan 'inocentes' como en el primero, la historia tampoco. Ésta se recrudece y la autora, aunque no lo narra todo (no describe lo les pasa al resto, a los de alrededor), no se corta a la hora de detallar cómo ocurre lo que ocurre. Era algo que  no me esperaba y que aplaudo, personalmente creo que le da un toque diferente a la novela, que le da crudeza, la vuelve más real, no tan onírica, y por lo tanto cala más en el lector.

Otro aspecto que cambia respecto al primer libro es la relación entre Janie y Cabel, ya más profunda, seria, y al mismo tiempo más inestable. Pasó la temporada del enamoramiento en la que parece que se anda sobre las nubes, ahora tienen los pies en el suelo, y aunque se siguen queriendo muchísimo no les es nada fácil el darse al otro. No cuando ninguno de los dos tuvo una infancia feliz con sus respectivas familias, lo que les llevó a encerrarse en sí mismos y dar lo justo y necesario a otros para no terminar heridos. Vale, se quieren, ¿pero son lo suficientemente fuertes para seguir adelante aún siendo estudiantes que trabajan para la policía? ¿Pueden seguir manteniendo una relación mientras ella es una cazadora de sueños que puede terminar en cierto estado lamentable según descubre este libro? ¿Podrá Cabel soportar que ella se ponga en peligro no solo durante las operaciones, sino también a largo plazo por el uso de su don, y seguir con ella cuando pase lo que se descubre en el libro? Si las relaciones de por sí no son sencillas, la de esta pareja es todavía más díficil, quedando perfectamente plasmado a lo largo del libro.

La verdad es que esperaba que este libro me gustase, pero no tanto porque creía que la historia seguiría siendo muy juvenil y la autora no cambiaría su estilo de narración... Craso error. La saga mejora muchísimo en este libro y nadie sabe las ganas que tengo de leer la continuación para saber cómo acaba todo, sobre todo para saber qué ocurre con la pobre Janie respecto a la libreta verde.

Hoy por hoy recomiendo este libro, y por lo tanto la saga, a toda persona que le gusten los libros juveniles pero que al mismo tiempo quiera que todo (personajes, relaciones e historias) evolucionen a lo largo de los libros. Si alguien tenía alguna duda respecto a la trilogía 'La cazadora de los sueños', que se deje de tantas dudas y se haga con ella. Merece la pena.