Aquí estoy de nuevo con otro dorama algo antiguo, me ha dado por ir viendo uno antiguo y uno nuevo cada vez, así no me canso de los doramas nuevos con trama recalentada. Lo primero de todo sería comentar por qué decidí ver este dorama y no cualquier otro. Principalmente sería por dos razones, la primera sería porque quería ver otra historia protagonizada por mi querido y amado Kimura Takuya, mientras que la segunda razón consistiría en que este dorama goza de tran grandísima popularidad que tenía curiosidad por ver si era para tanto o no.

Debo decir que ahora entiendo por qué tanto barullo y tan buenas críticas, no es un dorama al uso, al menos no como los de ahora. Lo primero que gusta son los personajes. Tenemos a Teppen (Kimura Takuya), un joven de 25 años que trabaja como creativo (en publicidad) porque le encanta, pero un día su jefe lo destina al departamento comercial porque no le gusta su trabajo. Ese día es un día negro en la vida de Teppen, ¿tiene que renunciar a su sueño de hacer cosas nuevas y creativas? ¿Tiene que ser otro más del rebaño sin destacar? ¿Sirve para algo tener sueños? ¿Alguna vez éstos se cumplen por mucho que lo intentes?

Ese mismo día conocerá a sus nuevos compañeros de trabajo y a una chica que conoció unas horas antes... Riko (Matsu Takako). Ella es de los mejores personajes que he visto. Es una persona muy abierta, dicharachera, siempre está de coña, dice lo que piensa, da cachetes si le apetece... Eso aquí puede parecer normal, pero en la sociedad japonesa, en el trabajo, eso es algo bastante anormal. Es una mujer bastante libre y divertida.

Ambos, muy diferentes, se encuentran y chocan, tanto para bien como para mal. Gracias a este encuentro tenemos unos 5 primeros capítulos divertidísimos, poquísimas veces me he reído tantísimo con tan pocas escenas. Esas personalidades tan diferentes en constante contacto es bestialmente divertido, hay escenas que son para no olvidar. La escena del beso es tierna y graciocísima al mismo tiempo.

Tras esos capítulos tenemos unos 3 episodios que son más normalitos. Se parecen mucho a los actuales. Que si citas, encuentros, risas, alguna que otra escena de tensión y la presentación como es debido de los personajes que joderán la relación de los protagonistas.

Lo bueno y lo malo ocurre en esos 3 episodios. Hay una brecha visible que diferencia los 5 primeros episodios del resto del dorama. El principio es divertido, pero el resto ni por asomo lo es tanto. Es normal, aquí presentan los problemas por los que pasarán los protagonistas, como aparición de antiguos amores, celos, desconfianza, engaños, malentendidos, etc.

Para mí, el problema, es la mentalidad tan diferente que tenemos los occidentales de los orientales. Lo que ocurre en el capítulo 8 (creo) que lo rompe todo, en gran parte nos parece una gilipollez a nosotras, a las occidentales, pero que las orientales lo entienden.

O sea, que por no responder a una llamada (no voy a dar más datos para no destripar), dejo la relación. Teniendo en cuenta los antecedentes y demás, puede explicarse la reacción de la chica, al menos en principio; pero que eso arrastre hasta el final... Como dice mi abuela: "¡Por dios y su santa madre!"

Me parece una tremenda gilipollez montar todo lo que se monta por no responder a una llamada, esa es la sensación que se le queda al espectador durante varios capítulos, no se puede entender por qué tanto alboroto. Pero como los japoneses son así de retorcidos, cuando todo parece perdido (y lo está), te explican que lo que ha pasado no era por lo que tú creías, sino por otra cosa. Aquí es cuando se te queda cara de gilipollas integral.

Está bien que la historia tenga giros y demás, se lo montan bien, pero tenerte totalmente a oscuras en ese momento de la historia y por una cosa tan pequeña, por mucho giro que en gran parte gusta y explica las cosas, te quedas con un regustillo de "esto teníais que haberlo acortado, al ser tan largo pegaba más que todo esto se hubiese desencadenado por X sentimiento y no tanto por el que me decís ahora". Pero como ya digo, bien montado para los japoneses, que al fin y al cabo es para el público para el cual está destinado.

La recta final, sus 2 últimos episodios son una mezcla de sentimientos constantes y enfrentados, tanto para el espectador y los protagonistas. Ellos por la cantidad de casualidad, malosentendidos y "mala fortuna" que tienen cada dos por tres que les hace cambiar de opinión o rendirse; y para el espectador porque tanta concentración de mala suerte al final abruma. Todavía me acuerdo del pobre Takuya yendo a la montaña para ver a las puñeteras estrellas fugaces... Si le llega a pasar algo más me pego cuatro tiros xD

Resumiendo, ¿recomendable? Sí, sin dudarlo. Tiene cosas que a nosotras no nos parece normales, que nos pueden "chirriar", pero eso es por el tema de la mentalidad oriental, es lo que hay. Además, los personajes, sus personalidades, el romanticismo, las risas y esa relación tan bien mostrada (nada de inventarse gilipolleces imposibles de que ocurran), consiguen que quedes enganchada con el dorama, en algún momento te sentirás reflejada en alguno de los protagonistas, en alguna de las situaciones, de los sentimientos, de la impotencia, de la felicidad... Es un dorama muy bonito, divertido y realista en lo que se refiere a los problemas que deben superar Teppen y Riko durante su relación.