Siendo la primera novela (aunque no historia) que he leído del género homoerótico, me ha encandilado desde el primer capítulo. Es un libro largo, tiene 420 páginas, pero está tan bien estructurado y escrito, tiene unos personajes extremadamente carismáticos y unas situaciones tan comunes y reconocibles en nuestra propia vida que es imposible no quedar atrapad@ en la historia.

Tiene muchísimas virtudes esta novela, siendo una de ellas que desde la primera página ocurren cosas importantísimas que dejarán al lector con los ojos como platos. La introducción es la misma acción con la que todo comienza, y la presentación de personajes se da mediante la manera en la que se desenvuelven con otros personajes y las situaciones en las que se ven.

Los personajes son otro punto a favor. Tenemos a unos 7 personajes con cierta relevancia con un caracter y una personalidad muy marcada que los hacen diferentes entre ellos. Noel, el modelo que según la creencia popular debería ser un adonis pero que en realidad es un trozo de pan a morder y no soltar; Karel, ese ejecutivo que aparentemente cree que lo tiene todo pero de un día para otro todo su mundo se derrumba, descubre la mentira en la que ha vivido y decide (o intenta) no hacer ningún cambio por los miedos que creía enterrados y olvidados.

Esos serían los protagonistas, pero luego tenemos a un nutrido grupo de secundarios que son importantísimos en el devenir de la historia. Kato-san, un japonés tradicional de pies a cabeza que deja a la altura del betún al mayor témpano de hielo por su frialdad; Olivia, personaje demasiado livinidoso y peligroso por su posición social; Deen... Personaje al que me encantaría matar personalmente por sus actos y palabras, por no olvidar ese "regalo de Septiembre", que si al final es lo que creo, escamocharé a Nut (la autora). Y cómo no, Morgan. Este último personaje es increíble. Parece ser el típico fiestero y mujeriego, la última persona indicada para dar consejos sobre sentimientos y/o parejas, pero nos sorprende con un interior y un fondo que esconde a los demás. Esconde a una persona que sin parecerlo, da muchas vueltas a aquellos problemas de sus amigos, que intenta ayudar, que se preocupa por los otros, e increíblemente, es el mejor consejero amoroso que tanto Noel como Karel podrían tener.

Sinceramente, no le encuentro ni una sola pega a la novela, nadie sabe las ganas que tengo de leer la continuación y saber el final de la historia. Recuerdo que consta de primera y segunda parte. Y llegados a este punto debo de hacer una aclaración importantísima. No estamos ante una saga en la que solo al final vemos el romanticismo, no estamos ante una historia donde los protagonistas se tiran toda la primera parte mareando la perdiz con el "tira y afloja". De eso nada. Se encuentran en un principio y a partir de ese momento empieza la historia entre ambos (y no me refiero al noviazgo, eso llega con el paso de las páginas).

Noel no se andará con tonterías, y teniendo las ideas muy claras, irá a por Karel; mientras que Karel, hombre que creía que lo controlaba todo y que todo estaba bien, deberá aprender poco a poco cómo abrirse, cómo confiar, cómo abandonar prejuicios, cómo saber qué quiere realmente.

Para terminar esta larga opinión, queda decir que es un libro extremadamente recomendable no solo para l@s lectores/as del género homoerótico, sino de las historias románticas. Puedo asegurar que no estamos ante una historia frívola centrada en cómo dos hombres se conocen y mantienen relaciones carnales, tal y como puede pensar algún/a lector/a. Nos encontramos en una historia donde los sentimientos, pensamientos y miedos son los protagonistas indiscutibles. La historia de estos protagonistas no es simplemente la historia de dos hombres, de dos gays. Es la historia de dos personas que deben enfrentarse a sus mayores temores, a enamorarse aún sabiendo que pueden terminar con el corazón roto; y por qué negarlo, también trata de cómo enfrentarse a la mojigata sociedad que llenándose la boca con palabras de tolerancia, en realidad mira por encima del hombro, incluso con desprecio, ciertos sentimientos que al fin y al cabo son irrefrenables.

Esta obra debe ser leída. Es una joya.