Un niño criado en un orfanato es adoptado a los 14 años por un maestro que le iniciara en una educación exquisita: lectura, música, informática, idiomas y, lo que es más importante, el camino del conocimiento interior a través de la sabiduría de la cultura japonesa y los principios ancestrales del arte de la guerra.

El joven, convertido ya en el Cayman, estará listo para plantearse el reto de una vida diferente, una existencia plagada de aventuras ante el desafío de ser el ladrón de guante blanco más famoso del mundo. Pero una bella mujer trastocará sus planes y su corazón. Tendrá que bucear en su control y su inteligencia para salir airoso de la prueba más difícil: el amor.

Mi opinión será muy corta. El libro no vale ni como pisapapeles. Perdón por empezar así, pero este libro no hay por donde cogerlo... ¿Por qué? Muy sencillo, tienes a un protagonista totalmente perfecto, el cual sabe idiomas, cómo robar, es inteligentísimo, sabe de arte, de informática, etc, etc, etc.; luego a su maestro, el típico maestro tranquilo de oriente; al italiano vivaracho; a la mascota del prota y a una chica que sale en los últimos capítulos.

Pues bien, solo se puede rescatar a la mascota y al italiano. A ninguno más. El maestro sale lo justo para enseñar al protagonista y luego se limita a meditar, y como el protagonista es Don Perfecto, TODO le sale perfecto desde el principio hasta el final. Y ahora yo pregunto, ¿qué gracia puede tener un libro que te dice que el protagonista deberá afrontar una dura prueba, cuando todo lo lleva de carrerrilla desde el primer momento?

En serio, no hay nada de acción, en ningún momento se le va nada de las manos, en todo momento sabe lo que pasa, lo que ocurre y lo que pasará...

Y sobre el amor, esa prueba tan difícil... WTF?! Esa chica que le pone las cosas tan difíciles (lo cual es mentira) solo sale en tres ocasiones, y las dos últimas solo en una página... ¿Esa es la prueba tan difícil? Por dios, qué ganas de engañar a los lectores.

Este libro es una claro ejemplo del "quiero y no puedo, por lo que me quedo en nada".