"Hotel Transylvania" de Chelsea Quinn Yarbro
9:00 a. m.Título: Hotel Transylvania
Autor: Chelsea Quinn Yarbro
Editorial: Alamut
Género: Terror
Páginas: 288
ISBN: 9788498890358
Precio: 18,95€
Sinopsis:
Cuando la joven Madelaine de Montalia conoce a la sensación del París de 1740, el cortés Comte de Saint-Germain, ambos saben que han encontrado la verdadera pasión. Ni siquiera la revelación de que Saint-Germain es un vampiro inmortal conseguirá que Madelaine ponga en duda sus sentimientos, pues sabe sin temor a equivocarse que Saint-Germain no es ningún monstruo. Otras plagas más reales azotan París, sin embargo.
Valiéndose del privilegio de sus títulos para encubrir sádicas violaciones y asesinatos ignominiosos, un grupo de nobles adoradores del diablo conspiran para secuestrar a la virginal Madelaine. A fin de salvar a la mujer que ama, el martirizado Saint-Germain deberá hacer frente a una tétrica conspiración arcana… así como a impías criaturas armadas con los poderes del mismísimo averno.
La celebrada historia de Saint-Germain, nacida de la pluma de Chelsea Quinn Yarbro, mezcla el siniestro erotismo propio de los vampiros y la aventura cargada de suspense en los escenarios históricos más exóticos para producir una saga única e inolvidable. A la seductora usanza de Anne Rice y Laurell K. Hamilton, este relato ya clásico nos presenta por primera vez a un héroe atormentado que camina sobre la tierra ajeno al devenir del tiempo, luchando por el honor… y el amor.
Opinión de MJ:
Debo decir que hacía bastante tiempo que no me leía un libro en tan poco tiempo, y más sobre vampiros, pero esta novela ha caído en menos de dos días. En la portada vemos que trata sobre el famoso e intrigante Saint-Germain, y que se dice que es aristócrata, alquimista, inmortal y vampiro. Con esos pocos datos podemos pensar que estamos ante un libro de vampiros no aptos para jóvenes que busquen la típica historia de romance juvenil, lo cual es cierto; pero no solo eso, sino que podríamos pensar que es un libro que trata de vampiros, sin más, solo de ellos, y nada más lejos de la realidad. La novela compara a los vampiros (teoricamente unos seres monstruosos) con los humanos (en este caso satánicos), y nosotros no salimos muy bien parados...
Eso ha sido lo que me ha gustado de la novela. Se espera una cosa pero te encuentras con otra, y lejos de decepcionar o aburrir, engancha desde el principio. Como es habitual, al comienzo te van presentando a los personajes que tomarán el protagonismo, aunque no a todos de golpe, ya que a la joven Madelaine la reservan para varios capítulos más adelante, así, al aparecer esa pieza que los unirá a todos, el lector ya conoce a los protagonistas, el papel que pueden desempeñar, el mundo en el que vivirá la chica, la situación de ese momento... Todo lo necesario para entonces meterse en la historia de lleno y no parar hasta el final de la obra.
Tenemos varios bandos, los cuales (y como ya he comentado), entrarán en conflicto por la chica. Un bando sería el de Saint-Germain, que más que un bando sería él y sus sirvientes, ya que nadie conoce su verdadera condición de vampiro. Por otro lado nos encontraríamos con los humanos seguidores del Diablo, quienes no se contentarán con reunirse, alzar cánticos demoníacos y organizar orgías, sino que deben tener a mujeres vírgenes para los rituales pertinentes, que duran cerca de un mes.
Del "bando" de Saint-Germain poco hay que decir, salvo que sus más cercanos le profesan una gran obediencia y respeto por la ayuda que éste les prestó cuando lo necesitaron, y que él siempre está rodeado de misterio. Da igual al lugar al que vaya, el misterio va de la mano con él. Nadie sabe de dónde procede, su linaje, dónde consiguió su gran fortuna, sus modales, si tiene amantes.. Nada, no saben nada de él. Lo único que sienten y saben es que las mujeres se beben los mares por él.
En cambio, el bando de los humanos se puede decir bastante más. Como suele suceder en estos casos, el grupo está dirigido por un noble en concreto, el cual da las órdenes y todos obedecen por puro miedo. Éste es un sádico sin igual, espera el mes de la tortura como agua de mayo y no hace más que sonreir de felicidad al recordarlo o imaginarlo... El resto del grupo, o más bien secuaces, no son mejores que él. Todos son bastante depravados y sádicos, todos esperan la llegada de los rituales para desquitarse con la pobre virgen durante todo un mes.
Y la última pieza, y la más importante sería Madelaine. Ésta es una joven aristócrata que vive con sus padres en una finca rústica, y por petición de su tía se va con ella a pasar el verano en París. La protagonista se caracteriza por tener una belleza sin artificios, poseer una gran inteligencia que no se limita a sus deberes como mujer de la sociedad francesa del siglo XVIII, un carisma y una personalidad limpia sin la maldad de la aristocracia de la capital, y un ímpetu y fortaleza que no será subyugada así como así.
Saint-Germain se fija en ella por su inteligencia, perspicacia, fortaleza y belleza; mientras que el jefe de los satanistas posa su mirada sobre ella por su belleza, su virginidad y por otro aspecto que no comentaré por aquí, eso es una sorpresa que nos da el autor.
A partir de aquí ya entramos en la historia. Madelaine y Saint-Germain se verán atraídos el uno por el otro, pero ni por asomo se trata este tema como en el resto de novelas de vampiros que ahora tanto proliferan. No habrá capítulos empalagosos, aunque sí escenas tiernas y bonitas; y no habrán escenas con detalles escabrosos sobre la intimidad compartida entre el vampiro y la humana. La única pega que le encuentra a la historia entre estos dos personajes es la naturalidad con la que Madelaine acepta que su amado es un vampiro... Se queda igual, como si no hubiese pasado nada, como si Saint-Germain no le hubiese dicho que era un vampiro, sino que le gustaba el chocolate. Ese detalle chirría un poco, pero a parte de eso, el resto es perfecto.
Supongo que todo el mundo se imaginará cómo continúa la historia. Si el vampiro la quiera, ella le quiere a él, pero la chica es el objeto de una secta satánica que planea raptarla para torturarla y violarla todas las noches durante un mes entero... Blanco y en botella. Aquí tenemos el tema principal, el cual se mezclará con otros secundarios como la vida de las mujeres en esa época, el pasado del padre de Madelaine, el vicio por el juego, etc, etc, etc.
Lo bueno y sorprendente del libro es que, aún teniendo casi 300 páginas y carecer de los elementos tan característicos de las novelas de vampiros de ahora, la novela engancha desde el principio. El protagonista no es joven, es un cuarentón, no hay capítulos empalagosos y no hay escenas picantes, pero el halo de misterio que el escritor nos pone delante desde el primer capítulo nos hace querer seguir leyendo para ver cómo se dan las relaciones entre todos esos personajes, y cómo se desarrolla la historia. Una de las cosas que me gustaron y me hicieron seguir leyendo fue la foma de narrar. No es para nada artificiosa o difícil, simplemente tiene algo especial que te hace querer seguir leyendo aunque en ese capítulo en concreto no haya pasado nada interesente, (os recuerdo que los primeros son de presentación de personajes).
Además el libro está bien documentado, tanto en lo referente al protagonista, Saint-Germain, personaje histórico misterioso por su aparente larguísima vida, como por la documentación sobre tratados de vampiros. Las características que presenta Saint-Germain como vampiro no son aleatorias, sino escogidas tras leer muchos libros que tratan de los vampiros.
A mí me ha encantado, por eso mismo el pongo un 9.5, lo único que le ha bajado la "nota" es esa tranquilidad y parsimonia con la que la protagonista se toma que él es un vampiro.
Si os gustaría leer un libro de misterio y terror con pinceladas de romanticismo, una historia sobre un romance entre una humana y un vampiro que se ve en peligro por un grupo de humanos que rinden culto a Satán, lo ideal sería que os compráseis el libro y lo devoréis de principio a fin.
Eso ha sido lo que me ha gustado de la novela. Se espera una cosa pero te encuentras con otra, y lejos de decepcionar o aburrir, engancha desde el principio. Como es habitual, al comienzo te van presentando a los personajes que tomarán el protagonismo, aunque no a todos de golpe, ya que a la joven Madelaine la reservan para varios capítulos más adelante, así, al aparecer esa pieza que los unirá a todos, el lector ya conoce a los protagonistas, el papel que pueden desempeñar, el mundo en el que vivirá la chica, la situación de ese momento... Todo lo necesario para entonces meterse en la historia de lleno y no parar hasta el final de la obra.
Tenemos varios bandos, los cuales (y como ya he comentado), entrarán en conflicto por la chica. Un bando sería el de Saint-Germain, que más que un bando sería él y sus sirvientes, ya que nadie conoce su verdadera condición de vampiro. Por otro lado nos encontraríamos con los humanos seguidores del Diablo, quienes no se contentarán con reunirse, alzar cánticos demoníacos y organizar orgías, sino que deben tener a mujeres vírgenes para los rituales pertinentes, que duran cerca de un mes.
Del "bando" de Saint-Germain poco hay que decir, salvo que sus más cercanos le profesan una gran obediencia y respeto por la ayuda que éste les prestó cuando lo necesitaron, y que él siempre está rodeado de misterio. Da igual al lugar al que vaya, el misterio va de la mano con él. Nadie sabe de dónde procede, su linaje, dónde consiguió su gran fortuna, sus modales, si tiene amantes.. Nada, no saben nada de él. Lo único que sienten y saben es que las mujeres se beben los mares por él.
En cambio, el bando de los humanos se puede decir bastante más. Como suele suceder en estos casos, el grupo está dirigido por un noble en concreto, el cual da las órdenes y todos obedecen por puro miedo. Éste es un sádico sin igual, espera el mes de la tortura como agua de mayo y no hace más que sonreir de felicidad al recordarlo o imaginarlo... El resto del grupo, o más bien secuaces, no son mejores que él. Todos son bastante depravados y sádicos, todos esperan la llegada de los rituales para desquitarse con la pobre virgen durante todo un mes.
Y la última pieza, y la más importante sería Madelaine. Ésta es una joven aristócrata que vive con sus padres en una finca rústica, y por petición de su tía se va con ella a pasar el verano en París. La protagonista se caracteriza por tener una belleza sin artificios, poseer una gran inteligencia que no se limita a sus deberes como mujer de la sociedad francesa del siglo XVIII, un carisma y una personalidad limpia sin la maldad de la aristocracia de la capital, y un ímpetu y fortaleza que no será subyugada así como así.
Saint-Germain se fija en ella por su inteligencia, perspicacia, fortaleza y belleza; mientras que el jefe de los satanistas posa su mirada sobre ella por su belleza, su virginidad y por otro aspecto que no comentaré por aquí, eso es una sorpresa que nos da el autor.
A partir de aquí ya entramos en la historia. Madelaine y Saint-Germain se verán atraídos el uno por el otro, pero ni por asomo se trata este tema como en el resto de novelas de vampiros que ahora tanto proliferan. No habrá capítulos empalagosos, aunque sí escenas tiernas y bonitas; y no habrán escenas con detalles escabrosos sobre la intimidad compartida entre el vampiro y la humana. La única pega que le encuentra a la historia entre estos dos personajes es la naturalidad con la que Madelaine acepta que su amado es un vampiro... Se queda igual, como si no hubiese pasado nada, como si Saint-Germain no le hubiese dicho que era un vampiro, sino que le gustaba el chocolate. Ese detalle chirría un poco, pero a parte de eso, el resto es perfecto.
Supongo que todo el mundo se imaginará cómo continúa la historia. Si el vampiro la quiera, ella le quiere a él, pero la chica es el objeto de una secta satánica que planea raptarla para torturarla y violarla todas las noches durante un mes entero... Blanco y en botella. Aquí tenemos el tema principal, el cual se mezclará con otros secundarios como la vida de las mujeres en esa época, el pasado del padre de Madelaine, el vicio por el juego, etc, etc, etc.
Lo bueno y sorprendente del libro es que, aún teniendo casi 300 páginas y carecer de los elementos tan característicos de las novelas de vampiros de ahora, la novela engancha desde el principio. El protagonista no es joven, es un cuarentón, no hay capítulos empalagosos y no hay escenas picantes, pero el halo de misterio que el escritor nos pone delante desde el primer capítulo nos hace querer seguir leyendo para ver cómo se dan las relaciones entre todos esos personajes, y cómo se desarrolla la historia. Una de las cosas que me gustaron y me hicieron seguir leyendo fue la foma de narrar. No es para nada artificiosa o difícil, simplemente tiene algo especial que te hace querer seguir leyendo aunque en ese capítulo en concreto no haya pasado nada interesente, (os recuerdo que los primeros son de presentación de personajes).
Además el libro está bien documentado, tanto en lo referente al protagonista, Saint-Germain, personaje histórico misterioso por su aparente larguísima vida, como por la documentación sobre tratados de vampiros. Las características que presenta Saint-Germain como vampiro no son aleatorias, sino escogidas tras leer muchos libros que tratan de los vampiros.
A mí me ha encantado, por eso mismo el pongo un 9.5, lo único que le ha bajado la "nota" es esa tranquilidad y parsimonia con la que la protagonista se toma que él es un vampiro.
Si os gustaría leer un libro de misterio y terror con pinceladas de romanticismo, una historia sobre un romance entre una humana y un vampiro que se ve en peligro por un grupo de humanos que rinden culto a Satán, lo ideal sería que os compráseis el libro y lo devoréis de principio a fin.
Puntuación: 9,5/10
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