No tenía muy claro qué me encontraría en las páginas de este libro y no me convencía la idea de que transmitiese lo que quería a través de un cuento, más después de haber leído un libro que hacía lo mismo y que no me gustó nada de nada (El club de las 5 de la mañana), pero como lo tenía ahí para leer, me puse con él.

¡Grata sorpresa!

Se lee en un suspiro, o dicho de otra manera, en un par de horas, pero es que es súper ameno, ligero, va lo importante (no hay nada de paja, nada superficial) y encima es un libro muy muy muy divertido. 

Imaginad que estáis escribiendo y que todo aquello que os imagináis cobra vida, veis cómo se mueven tus personajes, qué hacen, qué dicen, qué piensan y llegado el momento... te ven, te enfrentan y te dicen que no. Que la historia no acaba ahí, no acaba así, que ellos son dueños de sus vidas y que tú puedes narrar única y exclusivamente lo que ves, que no eres su dueño, que no te pertenecen, que tienen derecho a vivir su vida como ellos quieran. Pues bien, eso es lo que ocurre, el narrador se queda flipado y se desencadenan escenas surrealistas.

Los personajes son tres: El narrador/escritor, la princesa encerrada en la torre y el dragón que la custodia e infunde terror. 

No os imagináis cómo cambia el cuento una vez que la princesa decide ser fuerte y tomar las riendas de su vida, cómo el terrorífico dragón no lo es tanto, y cómo el que parecía tener el control de todo no tiene nada, el narrador. Todo esto y más ocurre con mucha gracia, con muchísimo humor, y aún así a cada capítulo te enseña algo, que para eso es un libro de autoayuda. 

Como libro de autoayuda yo diría que es básico entre los básicos, las enseñanzas que pone en relieve son simples, lo cual juega a su favor por hacer la lectura rápida, nada pesada. Como cuento ya os digo que es muy divertido. Los personajes esteriotipados cambian y se embarcan en el viaje de sus vidas, venciendo miedos, equivocándose, enamorándose...

No os puedo decir más del libro porque es muy corto, son 200 páginas, solo os puedo decir que olvidéis que es un libro de autoayuda y que cualquier tarde que no sepáis qué hacer os pongáis con el libro sin tener pretensión alguna en vuestra mente más allá de pasar un buen rato, de reiros.