Los ritos de Tlaloc de Iris Alba

Puntuación:  1'5 / 5

Me puse con este relato con la idea de que la autora nos contase algo más de lo que ya sabemos de estos ritos, pero no, de eso nada. Los famosos sacrificios donde se sacaban el corazón y demás ya los conocíamos de mil relatos, historias, películas... La verdad es que no dice nada nuevo.

Pero el problema no es solo ese, sino que no le encuentro lógica a lo que hacen ciertos personajes. Si es cierto que esos dioses existieron y existen, que todavía hay gente que cree y practica dichos ritos (o al menos en parte), y por lo tanto saben que si se lo enseñan a otro que no se lo toma en serio, él u otras personas de su alrededor pueden morir... ¿Por qué cierto personaje enseña tan alegremente todos sus peligrosos conocimientos a un tío que conoce desde hace tres o cuatro días? Es más, cuando ocurre la desgracia que ocurre, ¿cómo que ese personaje está ahí y el padre se lo toma tan a la ligera? Coño, que muere un familiar... Un familiar MUY cercano (no puedo decir más por no spoilear), pero vamos, que no me parece lógico nada de lo que hace ningún personaje.

Esta historia es una sucesión de hechos que no se sabe muy bien por qué están ahí y cómo se llega a ellos.

Preludio de una novela que sacará el invierno del año que viene (creo que ese invierno). Es muy corto, apenas unas páginas, así que poco podré decir de él, pero sí os dejo claras unas cosillas.

Primero: Ole, o leí muy mal ese día o por fin tenemos a unas protagonistas homosexuales. Personalmente me gusta muchísimo que los autores y autoras metan cosas nuevas, que innoven y que no siempre sigan los mismos clichés. Salga bien o salga mal, agradezco muchísimo a Hollie que salte al vacío.

Segundo: Por ahora (y el por ahora lo digo con toda la intención del mundo) es una escritora autopublicada, es decir, no tiene correctores que luego pulan su trabajo, pero no es problema, no hay fallos, no hay errores. El producto final no solo no tiene nada que envidiar a las novelas publicadas mediante editorial, sino que debería ser tomada como ejemplo, ya que últimamente algunas editoriales meten la pata de una manera que da vergüenza ajena, y por qué no decirlo, ganas de prenderles fuego... No es lógico que se haga pagar por un producto de tan mala calidad.

Y tercero: La historia. Obviamente al terminar este relato solo se intuye de lo que va. La autora va dando pistas por ahí perdidas, el lector las une y se monta su historia, la cual ya se verá si fue acertada o no cuando publique la novela. Eso me ha jodido, no lo voy a negar, yo quería saber más, pero habrá que esperar. No he leído muchas distopías porque todas me suenan igual pero por lo que sea, No viviremos otro día me llama la atención. 

Si alguien quiere ir haciendo boca, que lo lea, deja muy bien esa sensación de 'me la acaba de meter doblada y así estará hasta que diga de sacar la novela'. Que nadie se fíe de ese suficiente que le pongo. Esa nota se basa en que no me suelen gustar los relatos o historias cortas porque no me da tiempo a meterme en la historia, pero aquí, aunque no he quedado fascinada, sí que se termina con ganas de más, mucho más.

No esperaba gran cosa de este libro pero tampoco lo que al final me encontré. En teoría y según se lee en la sinopsis, el autor pretende llevarnos a lo largo del ancho mundo en diferentes épocas para hacernos ver que la noche de Halloween ha existido siempre, desde épocas casi ya olvidadas, pero siempre el mismo día (o la misma noche) pero con otro nombre y con otro tipo de celebración. Fue leer eso y querer saber más del tema, porque sí, a mí me interesa.

El problema es que aunque sí explica algunas cosas y nos parecen curiosas, el libro no llega a ser entretenido. Todo empieza con unos personajes que presenta de puntillas y que al terminar de leer la obra seguimos sin conocer... Da la sensación de que los personajes están ahí porque alguien tiene que vivir esas aventuras para luego contarlo. No hay profundidad, salvo a dos, al resto se les menciona una vez, no se les llega a conocer... es más, empiezas, sigues y terminas sin sentir ningún tipo de empatía por ninguno. Te da exactamente igual lo que les pase. 

Y por último, a veces la lectura se hace lenta porque tiene una estructura, en parte, repetitiva, cansina. Llegan a una época, siguen la pista del amigo desaparecido, le pierden la pista, ven una de esas celebraciones, otra vez parece que encuentran al amigo y cuando éste puede ser salvado, zas, desaparece y tienen que volver a otro lugar en otra época para ver otra celebración e intentar de nuevo salvar a su compañero.

Esperaba otra cosa.