Os diré que la reseña de este libro es muy complicada por la cantidad de sentimientos encontrados que he tenido a lo largo de su lectura, y que sigo teniendo al finalizarla.

Escogí el libro porque tras leer la sinopsis creía que me iba a encontrar con una historia "movida", ni mucho menos fantasía, pero sí al menos con alguna que otra guerra o derivado. Es lógico pensar así si te ponen que unos intentarán robar el poder a otro, ¿no? Pues nada, de eso nada. Efectivamente hay una especie de contienda, pero es tratata tan por encima, tan de pasada y tan poco a lo largo del libro que debo decir que fue una decepción en ese sentido. Coges el libro pensando que te encontrarás con una cosa para luego ser algo completamente diferente.

Aún sin encontrarme con lo que pensaba, la verdad es que el libro me gustó desde el principio porque no tarda nada en arrancar la historia. El protagonista despierta sin cuerpo y así comienza la búsqueda de él mismo, de su lugar, la crítica hacia lo que era, las normas que le sujetaban, etc.

Siempre me han gustado mucho las novelas de críticas, es bueno leer libros de este tipo para pensar y reflexionar sobre lo que nos rodea y así descubrir cosas que antes no vimos, darnos cuenta de detalles que pasaron desapercibidos, e incluso para saber pensar por nosotros mismos y dejar de ser marionetas del sistema, poder, medios de comunicación, etc.

Este libro es justamente eso. Utiliza la "excusa" de la pérdida del cuerpo, de la masa, para que el protagonista, junto con otros que se encuentran en su misma situación se pongan a pensar en las diferencias entre las dos situaciones, vean la "etapa anterior" (cuando tenían cuerpo) con perspectiva, y en teoría, así ver sus fallos y no caer en ellos a la hora de levantar ellos mismos su propia sociedad.

Los inmateriales ven que el poder es corrupto y que el dinero, aparte de que siempre están en las mismas manos, es el que desgraciadamente mueve el mundo. De esta manera deciden hacer la buena obra de organizarse para liberarnos de esos opresores. Problema, que los tangibles que tienen el poder no están dispuestos a un cambio que venga ligado a la pérdida económica y de poder que tienen. La única solución es la guerra.

Mientras ésta se orquesta, el protagonista será testigo de la creación idéntica del sistema de los tangibles en el bando de los intangibles. Vamos, que unos pocos acapararán el poder bajo el pretexto de que ellos les llevarán a la victoria, y que por lo visto, ésta no llega ganándose al pueblo, sino consiguiendo el poder que tienen los tangibles... Los malos hábitos jamás mueren.

La desilusión se apodera del personaje y en este punto empieza su vagabundeo, el cual da inicio a la segunda parte del libro, la cual me pareció bastante aburrida y tediosa exceptuando las últimas 60 páginas.

No me gusta por dos hechos concretos. Uno de ellos sería que el protagonista, el que nos ha guiado en la primera parte ya no es el conductor de toda la obra, lo cual me descolocó muchísimo. Y segundo, se radicaliza en sus ideas y viene algo que no me ha gustado por su extremo, y es que para él, el sexo lo es todo. Se tiene que practicar el sexo justo antes de ser convertida a intangible y delante del chico que te vaya a convertir, la conversión se lleva a cabo mediante el sexo, éste se practica a diestro y siniestro, y sí, también es utilizado en diferentes rituales para poder llegar a ver "esa nueva realidad futura que nos aguarda". Me parece algo muy pobre para lo bien que venía siendo el libro con sus diferentes tesis en su primera mitad. Creedme que os digo que la segunda mitad se basa en practicar sexo, hablar de sexo y poco más. Sin contar que el final es muy precipitado.

Debería ponerle un 5 o un 6, no los dos, pero todo tiene una explicación y la voy a dar.

Este libro es una crítica al poder, a la sociedad, a las costumbres, a ciertos ideales... Todo eso lo damos en historia y algunas de sus optativas como por ejemplo sociología, por lo que además de sonarme la mayoría de las cosas (lo cual no es un problema en si), a mitad del libro empezó la famosa etapa de los exámenes finales. Claro, estudiarlo ya es bastante duro como para encima, en los pocos ratos libres, ponerse con un libro que trata de lo mismo... Cansa bastante.

Le pongo un 5 por lo que he contado antes, por su primera mitad tan buena, crítica y retorcida, teniendo un bajón bastante pronunciado en su segunda mitad; pero reconozco dos cosas. Una, que no me lo leí en el mejor momento, y dos, que hacen falta más libros como este (críticos) que compensen la mayoría de las lecturas que tenemos entre manos (la mayoría que no nos dicen nada). Es más que recomendable leer algo que nos haga pensar , reflexionar y debatir de vez en cuando aunque sea para que las neuronas no mueran por inanición. Tiene buenas teorías y críticas, aunque para mi gusto a veces se pasa de crítico y se va a extremos, pero eso ya es cuestión de gustos, formas de pensar, etc.

5 porque la primera mitad me gustó pero la segunda no, porque la primera consiguió originar diferentes estados en mí (risa, desilusión, aceptación, repulsa, etc.), pero la segunda parte no me dijo casi nada, simplemente era la sucesión de diferentes relatos más o menos estrambóticos. Esto no me gustó porque la gran mayoría de las narraciones lo son, son estrambóticas, bastante, algunas mucho, son muy exageradas, y sinceramente creo que para hacer una crítica no hace falta irse a los extremos ni para explicarla ni para posicionarte o no a su favor; al revés, me saca de la historia, le resta credibilidad a la novela, a su objetivo (la crítica) y encima deja de gustarme.

Le un 5 por su crítica y primera parte, y un 6 si no tenemos en cuenta el momento en el que me lo leí y por lo que tal vez no pude disfrutarlo del todo.

¿Lo recomiendo? Solamente a l@s lectores/as que ya hayan disfrutado algún libro que se base en la crítica de la sociedad, las costumbres, el poder, el sistema, etc.; sinceramente no creo que sea un libro que sirva de iniciación para este tipo de novelas.