Volvemos con la continuación de la saga "Los libros de Pellinor I: El Don". El primer libro me gustó mucho, pero este segundo libro, al contrario de lo que suele suceder, es mejor que el primero, ¡me lo he leído en dos días y tiene más de 600 páginas! Es increíblemente bueno, no podía parar de leer.

Comparando la portada del primer libro con la del segundo, la verdad es que me quedo con la primera. Me sigue pareciendo preciosa, y además, tras haber leído el 2º libro ya se entiendo el por qué de la portada del primer libro. Por lo visto las portadas nos adelantan lo que vendrá en el siguiente libro... Algo curioso. No sé si es así o no, no sé si de verdad nos adelantan datos o no, pero en caso de que sea cierto, miedo me da el tercer libro.

La portada del segundo libro no tiene esos colores tan bellos, ni esa imagen tan hipnótica; sino que tenemos en un primer plano, casi ocupando toda la portada, a un hombre vestido con ropajes marrones, una capa del mismo color, y está sosteniendo algo que se parece al botafumeiro. Pero lo que da mal rollo no es ese personaje en sí, sino el fondo, lo que hay tras él... Hecho de luz, una calavera grande, acompañada por otras más pequeñas que asoman por un suelo que emula a un ajedrez, teniendo sus "cuadrados blancos" formados por papeles, suponemos que son los que tanto buscan, los del Cantar.

Entre ese hechicero/Bardo o lo que sea, al cual no se le ve muy amistoso, y esas calaveras, la continuación me da que va a ser muy dura para nuestros personajes.

Hablando de ellos, Maerad y Cadvan continúan con su incansable búsqueda para poder vencer a la Oscuridad, y claramente ésta les perseguirá con todas sus fuerzas para evitar que nadie se interponga en su camino. Su camino es incierto porque no saben qué están buscando y por lo tanto no tienen ni idea de a dónde ir, van dando bandazos; además, tal y como he dicho, serán perserguidos por "La Luz" y "La Oscuridad"; se tendrán que enfrentar también a las inclemencias del tiempo (bastante bestiales en algunos casos), a bandidos varios, y encima a los sentimientos que afloran en ellos. Vamos, que ese viaje es de todo menos aburrido.

No, cuando hablo de "florecimiento de sentimientos" no me refiero a lo que much@s podéis estar pensando, no hay líos de ese tipo, entre otras cosas porque Cadvan es de un cerrado impresionante, no se sabe muy bien qué narices piensa, y Maerad se acojona y no sabe lidiar con ese sentimiento hacia Cadvan... Entre que uno es muy suyo y la otra está medio traumatizada con el género másculino por lo que vivió mientras era esclava, ya tenemos líos, enfados y malentendidos por doquier.

Estos malentendidos y problemas entre ellos comienzan justo después de solucionar el problema con el que acabó el primer libro, ese viaje por el mar a toda prisa. El primer capítulo, como es normal, nos hace un resumen del primer libro para que nos acordemos de lo más importante, y con el segundo ya empieza lo bueno. Tiene varios capítulos seguidos que enganchan de mala manera y no puedes dejar de leer, para después tener un capítulo algo más bajo y remontar grandiosamente.

Esa remontada comienza con los malos rollos entre ellos. No podía dejar el libro, no es broma. Todo empieza con una tontería en la que el lector no cae al principio, y cuando te quieres dar cuenta, el problema es gordo y los protagonistas ni se hablan. Es algo imprevisto y te impide dejar de leer. Tienes que saber más, tienes que ver cómo siguen, lees cómo intentan arreglarlo y lo empeoran, ves cómo la situación va a peor, y entonces ocurre algo que te deja clavada donde estés sentada...

La suerte (o desgracia) es que sabía que cierta cosa no podía ocurrir porque me había spoileado sin querer en un foro... ¡Y eso que casi no leí nada del spoiler! Fue una gran sorpresa, dura e impactante incluso sabiendo que no podía ser lo que Maerad creía.

En el libro anterior nos hacen un bosquejo general de los reinos y nos adentran en un par, así que en este libro los protagonistas se adentran en otros y la autora pasa de largo en aquellos lugares por los que los protagonistas ya estuvieron. De esta manera ya conocemos gran parte del mundo donde se mueven Maerad y Cadvan, aunque todavía quedan reinos por mostrar.

No solo tenemos esas diferencias respecto al primer libro (relación Maerad-Cadvan y mayores conocimientos de los reinos), sino que vemos cómo se involucran los Elementales todavía más en la historia (tienen un papel muy importante), descubrimos más grandiosos y peligrosos poderes de Maerad, ¡y hay mucha más aventura de principio a fin! Así es imposible apartarse del libro.

Quitando un capítulo un tanto lento tras un principio bueno, el libro es trepidante de principio a fin. Si no recuerdo mal, solo tiene dos pequeñas calmas entre tanto viaje, emboscadas, peligros, escapadas, luchas, muertes, etc. Es un libro muy completo y muy bueno que se lee muchísimo más rápido que el primero.

¿Recomendable? ¡Sin duda! Todo amante de la fantasía y la aventura tiene que leer esta saga de 4 libros. El primero gustará y el segundo enamorará, a mí me ha ocurrido eso, es la única explicación para que me leyese más de 600 páginas en dos días. Ahora toca esperar a que la editorial publique la tercera parte... Cruzo los dedos para que no tarden, me encanta la saga y quiero seguir leyendo para saber qué narices ocurrirá.