"From Hell" de Alan Moore y Eddie Campbell
10:00 a. m.Título: From Hell
Creadores: Alam Moore y Eddie Campbell
Género: Terror
Editorial: Planeta
Páginas: 621
Precio: 23,95€
Sinopsis:
"From Hell" es la obra maestra de Alan Moore, considerado como el mejor escritor de cómics de la historia, y de Wddie Campbell, el dibujante perfecto para esta obra, en la que se puede asistir a la representación definitiva del mito de Jack El Destripador así como a una disección sin piedad de la sociedad victoriana.
Opinión de MJ:
Desde que le regalamos esta edición a un amigo por su cumpleaños, siempre quise leerlo. Las historias macrabas me llaman, no voy a engañar a nadie, y por fin el otro día pude hacerme con él.
Lo que me llamaba de esta obra no era solo el tema que trataba (el tema de "Jack El Destripador"), sino que también tenía su peso que el creador fuese el gran Alan Moore, y que la obra hubiese sido tildada de obra maestra. Ahora puedo entender que para algunos sea algo así como el Grimorio o el libro de cabecera, ya que Alan Moore llevó a cabo una gran investigación previa a la redacción de la historia, no solo por la ambientación histórica, sino por la sociedad, la política, las maneras, la forma de pensar, y por lo realista de sus personajes.
Primero de todo hay que decir que este cómic no está escrito bajo la perspectiva o siguiendo los pasos de Abberline, sino de la de Jack El Destripador, tanto, que en las escenas de los asesinatos podemos ver como si fuésemos él, cómo va asesinando. Vemos solo a sus manos trabajando con el cuchillo para abrir en canal a las chicas, y luego mutilarlas despiadadamente, solo interrumpido por sus alucinaciones o visiones. Es un detalle muy curioso y desagradable a la vez, ya que esto hace que los asesinatos sean totalmente explícitos, los creadores no obvian nada, se ve cómo las degollan, cómo las abren, cómo rebuscan en su interior, cómo les extirpan los órganos, etc.
Los detalles explícitos no solo se centran en lo escabroso de los asesinatos, sino también en la vida de las víctimas, y como éstas eran prostitutas, blanco y en botella, también tenemos escenas de sexo explícitas.
Por estas dos características, pero sobre todo por la primera, creo que la obra no debería ser leído por lectores/as sensibles, ya que hay escenas muy fuertes y macabras, sobre todo la de la última víctima. Reconozco que hasta yo me ví sorprendida por las imágenes que salen.
El principio de la novela, además de ser introductorio es bastante lento, las cosas como son. Eso sí, hay que tener en cuenta que son muchos personajes a los que debe introducir, además de mostrarnos la sociedad londinense de la época, y cómo no, la historia de Jack El Destripador. No dicen mucho de su vida, pero sí sobre su mentalidad, sus creencias, su forma de pensar, y aquí está el gran problema del principio. Obviamente se tiene que conocer al protagonista aunque sea mínimamente para poder meterte en la obra, pero el autor nos pone 40 páginas con una cantidad de información tan condensada que satura sí o sí. Me parece una gran idea que quiera explicarnos cómo piensa y demás, pero tantísima información en tan pocas páginas y encima al principio... No ayuda a engancharse, se enrolla demasiado cuando habla de los masones, los dioses antiguos y las deidas femeninas del principio de los tiempos.
Eso pasa en el capítulo cuarto, a partir del quinto (éste incluído), ya es un no parar. Los asesinatos comienzan, y con ellos los tejemanejes de la policía para encontrar a un chivo espiatorio, periodistas que se inventan cosas sobre los casos... Todo para aparentar que se ha solucionado el problema y sin preocuparse por la verdad, o que haya más víctimas, y claro, también están los que saben la verdad pero deben encubrirla.
Una de las cosas que llama la atención desde el principio es el dibujo. Éste es un dibujo sucio, que en parte es bueno porque ayuda a entrar en esa atmósfera del Londres del momento, al igual que en la mente o sensaciones del asesino; pero por otra parte choca bastante para las que estamos acostumbradas a leer mangas, los cuales suelen tener el dibujo más definido y limpio. Sin contar con la confusión en algunas escenas por no saber muy bien quién está y quién está hablando por ese dibujo tan poco definido.
Se podría decir que este tipo de dibujo es la representación de la luz y la oscuridad de la época, sobre todo de la oscuridad, de lo escalofriante de los asesinatos... Los cuales son muy muy gráficos y explicativos, no apto para gente sensible.
Resumiendo, ¿es recomendable? Sí, es una obra muy completa y compleja que debe ser leída poco a poco para poder disfrutar de todos sus matices, y para poder entenderla como es debida sin vernos sepultados por la cantidad de personajes, acciones y datos de la investigación que nos da. Eso sí, tal y como he dicho antes, recomendable para l@s no muy sensibles.
Lo que me llamaba de esta obra no era solo el tema que trataba (el tema de "Jack El Destripador"), sino que también tenía su peso que el creador fuese el gran Alan Moore, y que la obra hubiese sido tildada de obra maestra. Ahora puedo entender que para algunos sea algo así como el Grimorio o el libro de cabecera, ya que Alan Moore llevó a cabo una gran investigación previa a la redacción de la historia, no solo por la ambientación histórica, sino por la sociedad, la política, las maneras, la forma de pensar, y por lo realista de sus personajes.
Primero de todo hay que decir que este cómic no está escrito bajo la perspectiva o siguiendo los pasos de Abberline, sino de la de Jack El Destripador, tanto, que en las escenas de los asesinatos podemos ver como si fuésemos él, cómo va asesinando. Vemos solo a sus manos trabajando con el cuchillo para abrir en canal a las chicas, y luego mutilarlas despiadadamente, solo interrumpido por sus alucinaciones o visiones. Es un detalle muy curioso y desagradable a la vez, ya que esto hace que los asesinatos sean totalmente explícitos, los creadores no obvian nada, se ve cómo las degollan, cómo las abren, cómo rebuscan en su interior, cómo les extirpan los órganos, etc.
Los detalles explícitos no solo se centran en lo escabroso de los asesinatos, sino también en la vida de las víctimas, y como éstas eran prostitutas, blanco y en botella, también tenemos escenas de sexo explícitas.
Por estas dos características, pero sobre todo por la primera, creo que la obra no debería ser leído por lectores/as sensibles, ya que hay escenas muy fuertes y macabras, sobre todo la de la última víctima. Reconozco que hasta yo me ví sorprendida por las imágenes que salen.
El principio de la novela, además de ser introductorio es bastante lento, las cosas como son. Eso sí, hay que tener en cuenta que son muchos personajes a los que debe introducir, además de mostrarnos la sociedad londinense de la época, y cómo no, la historia de Jack El Destripador. No dicen mucho de su vida, pero sí sobre su mentalidad, sus creencias, su forma de pensar, y aquí está el gran problema del principio. Obviamente se tiene que conocer al protagonista aunque sea mínimamente para poder meterte en la obra, pero el autor nos pone 40 páginas con una cantidad de información tan condensada que satura sí o sí. Me parece una gran idea que quiera explicarnos cómo piensa y demás, pero tantísima información en tan pocas páginas y encima al principio... No ayuda a engancharse, se enrolla demasiado cuando habla de los masones, los dioses antiguos y las deidas femeninas del principio de los tiempos.
Eso pasa en el capítulo cuarto, a partir del quinto (éste incluído), ya es un no parar. Los asesinatos comienzan, y con ellos los tejemanejes de la policía para encontrar a un chivo espiatorio, periodistas que se inventan cosas sobre los casos... Todo para aparentar que se ha solucionado el problema y sin preocuparse por la verdad, o que haya más víctimas, y claro, también están los que saben la verdad pero deben encubrirla.
Una de las cosas que llama la atención desde el principio es el dibujo. Éste es un dibujo sucio, que en parte es bueno porque ayuda a entrar en esa atmósfera del Londres del momento, al igual que en la mente o sensaciones del asesino; pero por otra parte choca bastante para las que estamos acostumbradas a leer mangas, los cuales suelen tener el dibujo más definido y limpio. Sin contar con la confusión en algunas escenas por no saber muy bien quién está y quién está hablando por ese dibujo tan poco definido.
Se podría decir que este tipo de dibujo es la representación de la luz y la oscuridad de la época, sobre todo de la oscuridad, de lo escalofriante de los asesinatos... Los cuales son muy muy gráficos y explicativos, no apto para gente sensible.
Resumiendo, ¿es recomendable? Sí, es una obra muy completa y compleja que debe ser leída poco a poco para poder disfrutar de todos sus matices, y para poder entenderla como es debida sin vernos sepultados por la cantidad de personajes, acciones y datos de la investigación que nos da. Eso sí, tal y como he dicho antes, recomendable para l@s no muy sensibles.
Puntuación: 8,5/10
0 duermevelas
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