Código azul: Generalmente utilizado en pacientes que requieren resucitación inmediata, aunque también es utilizada como una llamada por radio indicando que el paciente que está en camino necesita resucitación.

Hacía muchísimo tiempo que sabía de la existencia de este dorama, pero como todas las historias de médicos, y más de urgencias, me parecen iguales independientemente de su nacionalidad (japonesa -code blue-, americana -urgencias-, o española -hospital central-), nunca me ví inclinada a verla.

¿Qué me hizo cambiar de opinión? Pues el protagonismo del actor-modelo y cantante Yamashita Tomohisa. Descubrí su existencia hace poco, me gustó y llevo un tiempo viendo sus proyectos. Ya he visto varios antiguos, de los primeros, y ahora me tocaba uno de los últimos.

Tal y como he puesto al principio, es la misma historia de médicos de urgencias. Un grupo de licenciados llegan a un hospital como residentes para hacer todo lo posible para graduarse. Tenemos al traumatizado de la vida, Kozuke (Yamashita Tomohisa), abandonado por su padre, su madre muerta cuando tenía 6 años, criado por su abuela, siempre serio, nunca habla a no ser que sea necesario, no tiene amigos y tampoco quiere hacerlos, allí lo dejará muy claro desde el principio, está para ser el mejor, son enemigos/rivales.

Luego tenemos a otro chico, es de lo más normal, un tanto infantil, y como dicen, es el corazón del grupo, los mantiene unidos. Es el menos diestro y el que menos conocimientos de medicina tiene, pero con su gran corazón y dedicación lo suple todo.

Por otra parte tenemos a otras dos candidatas. La dulce, modosita, estudiante modelo e hija de un importante doctor nacional, que jamás levantará la voz o pondrá un pie fuera del tiesto; y por ultimo, una chica que siempre dirá lo que piensa, muy activa y un tanto altiva.

Es un grupo bastante inusual, pero aunque sean "rivales", o eso les diga su instructor (bastante parecido en forma de ser a Kosuke), ya se sabe que el roce hace el cariño... A lo largo de esta primera temporada veremos una pequeña evolución de todos los personajes, y cuando digo ligera, es porque es ligera. No hay que olvidar que estamos ante una historia japonesa, nada de sensiblerías que vienen de EE.UU. Los personajes evolucionarán lo justo, lo necesario, nada de evoluciones tan impresionantes que al final casi no se reconozca al personaje. La gente no cambia tanto en tan poco tiempo. En eso los japoneses son bastante realistas.

Otro aspecto de este dorama japonés, y que ya no me gusta tanto, es el del romanticismo. No sé si es porque me gusta que haya algo de amor en toda historia, si es porque estoy acostumbrada a las historias occidentales (en la mayoría hay rollos de este tipo), pero en este dorama no hay nada de eso. Nada de líos entre los protagonistas, ni siquiera intentos, y la verdad es que me jode bastante. En parte, este aspecto es y no es realista... Es realista porque no todo el mundo es tan enamoradizo y valiente como para intentar comenzar una relación con otra persona al poco de conocerla, pero coño, al menos estaría bien mostrar algo de "interés" entre un par de personajes no estaría mal, es más, por esto mismo, también me parece poco creíble. O sea, trabajan muchas veces casi 48h seguidas, totalmente juntos, y no es que no haya líos entre ellos, ¡es que además parece que ni siquiera hay amistad! Obviamente la hay, pero son tan fríos y distantes que queda muy muy velada... Ese aspecto ni me gusta ni me parece creíble.

Antes de terminar, me gustaría comentar algo de la segunda temporada. La primera temporada, tal y como he puesto arriba, está centrada en la acción de las "misiones" y en las relaciones entre ellos; pero la segunda temporada tuvo algo que no me gustó nada (al menos en su primera mitad), y es que se centra demasiado en los sentimientos de cada uno.

Está bien que quieran centrarse en cómo es cada uno, en lo que han cambiado, en cómo de diferentes son en comparación con la primera temporada, pero quien se pone a ver una historia de este tipo, no quiere ver capítulos enteros dedicados a "¿cómo me siento hoy?", sino que quiere ver a doctores enfrentándose a operaciones y situaciones difíciles; todo eso, intercalado con escenas sentimentaloides, pero no capítulos enteros con un protagonista pensando en él.

Ése es el principal problema de la segunda temporada, en su primera mitad se centra en eso y además, van al típico recurso de poner como pacientes a niños pequeños y sus padres desesperados por su evolución. Está bien utilizar ese recursos de vez en cuando, hace llorar, pero si durante varios episodios me pones lo mismo, como que pierde "enganche" y comienza a cansar. ¡Ah! No sé si ese hospital existe realmente o no, pero si de verdad está, yo no iría a que me examinasen, es increíble el porcentaje de tumores cerebrales que se sacan del sobaco... La serie "House" se sacaba del bolsillo siempre la misma enfermedad (ya no me acuerdo del nombre), y en este dorama se sacan tumores cerebrales como panes. Eso sin contar lo aparentemente fácil que es abril en canal a una persona en cualquier sitio, y reanimar el corazón directamente con tus manos... (Esto ya es algo de la primera temporada sobre todo).

Para terminar... ¿Lo recomiendo? Hombre, aburrir no aburre, y eso que, como ya digo, es la típica historia de médicos de urgencias, es una historia con historias cortas pero intensas (niños pequeños que enferman y mueren, accidentes con decenas de heridos, multitud de problemas familiares que les impiden hacer bien su trabajo, etc); pero tengo que reconocer que no introduce ningún elemento nuevo, tal vez (y solo "tal vez"), el pasado del personaje interpretado por Yamashita Tomohisa, y con todo no estoy nada segura de que sea algo nuevo.

Para los amantes de las historias de médicos de urgencias, de historias de superación, de tragedias familiares... De drama con tintes de esperanza, es un dorama que seguro le gustará y entendrá. Lloraréis con más de una historia (a mí me ha pasado), y las historias, tanto de los pacientes como de los doctores son bastante buenas.

Como nota, y solo como fan, diré dos cosas. Una, espero que Yamashita Tomohisa no vuelva a rodar otra temporada de este dorama. No porque la historia no enganche, ni de coña, simplemente no me gustaría que lo encasillaran en ese papel cuando hay otros muchos muchísimos más interesantes. Y segundo, dios mío, ¡qué bueno está en la segunda temporada! Este pelo negro un poco más liso que en la primera temporada le queda de miedo, quiero un Yamapi para mí solita xD