¿Por dónde empezar la reseña de este libro? ¿Por dónde comenzar si la gran mayoría de cosas me han gustado? Primero de todo toca hablar de ese preciosa portada. Nos muestran a la chica de espaldas vistiendo un espléndido y largo vestido rojo con la espalda y hombros al descubierto, de pie sobre uno de los tejados de la zona histórica (antigua) ¡de París! ¿Cuándo fue la última vez que alguna de vosotras leyó una historia que no estuviese localizada en el topoderoso Estados Unidos? Yo no puedo acordarme.

Ese barrio histórico será el escenario en el que se encontrarán Kate y Vincent, desarrollándose la historia entre ellos y esa especie de lucha entre inmortales. Pero no solo la acción transcurrirá en otra ciudad y en otro país al que las escritoras nos tienen tan acostumbradas, y encima en un barrio histórico en el que no se pueden mostrar esos apartamentos tan luminosos y de última tecnología que encontramos en otras  novelas, sino que además este escenario está íntimamente ligado tanto a la historia de Vincent como a la historia de la familia de Kate (el trabajo y amor de sus abuelos), dejando claro desde el principio que en esta novela cada detalle está pensado y ligado a otros para no dejar ni un solo cabo suelto, aunque estemos ante lo pueda parecer un dato irrelevante. Todo está muy bien hilvanado, desde los pequeños hasta los grandes detalles.

Siguiendo con el comentario de la portada, no solo nos llama la atención esa chica y el fondo de París, sino también las intrincadas formas en negro que rodean el título, subtítulo, a la chica y llegan hasta la parte baja de la portada. Creo que no se llega a ver bien en la imagen que he puesto, pero estas filigranas brillan, confiriendo a la portada ese toque de brillo y color que junto con el cielo, tanto contrasta con la forma oscura de la ciudad. Pero en este enlace de la ilustradora (Johanna Basford) se pueden ver perfectamente los brillos. Gran trabajo el de Johanna.

Lo mejor de todo es que la contraportada no se queda atrás y también es una preciosidad. En ella se continua con la vista de París desde el tejado, ese cielo rojo, la sinopsis, y todo rodeado por ese detalle en negro brillante.

Tal y como pone en la sinopsis, la historia comienza con el traslado de Kate y Georgia (su hemana) a París para vivir con sus abuelos tras la muerte de sus padres. Las dos son hermanas pero no se parecen en nada, ni en el físico ni en su forma de ser, ya que mientras Georgia intenta superar su pérdida haciendo amistades y saliendo por las noches, Kate solo puede encerrarse en su habitación para leer libros y escapar de su triste realidad, siempre y cuando las lágrimas no se lo impidan.

Por un trato que hace Kate con Georgia, la protagonista termina saliendo a plena luz del día, no para hacer amigos, simplemente para salir, que le de el aire y no estar todo el día en su habitación. Irá a museos, ver películas y a un café con una apacible terraza donde verá por primera vez a Vincent Delacroix.

Este encuentro no es ningún choque de trenes ni supone un enamoramiento instantáneo. Esto es uno de los aspectos que más me ha gustado de la novela, y es que los personajes y la relación entre los protagonistas es normal, la chica no se queda sin respiración en cuanto lo tiene delante, no le flaquean las piernas cuando el chico la toca y no piensa morir por él a los dos segundos de conocerle. No.

La primera vez que se ven hay curiosidad, punto. En los siguientes encuentros habrá atracción, y según su relación vaya afianzándose comenzará el amor. Por fin tenemos entre manos una historia con unos protagonistas con dos dedos de frente, y lo suficientemente inteligentes y maduros como para no comportarse como si el mundo se acabase al día siguiente y tuviesen que vivir toda una vida en los siguientes cinco minutos.

Kate y Vincent forman una pareja normal donde los sentimientos están por encima de cualquier otro ramalazo incomprensible, incluso a veces traicionan esos sentimientos románticos por miedo al sufrimiento, a terminar con el corazón roto, etc. ¡Otro punto a su favor! No solo no se comportarán como adolescentes hormonados, sino que encima habrá momentos en los que alguno de los dos decida poner punto y final si ve que eso sería lo mejor.

De verdad, esta pareja me ha encantado. Su relación es muy romántica, bonita y quitando el tema de la inmortalidad, envidiable.

En el extranjero este libro está catalogado como Young-Adult, pero desde aquí  os digo que no entra del todo en esa categoría porque la relación entre los jóvenes no es tan adulta, pero claro, estamos ante el primer libro de una trilogía, bien puede volverse así en los siguientes. Actualmente, en este libro, la relación entre Kate y Vincent es puramente romántica y muy light, que nadie espere encontrar nada "adulto" porque no lo encontrará en ese aspecto... Las escenas de acción y sangre ya son otro cantar, ellas sí pueden ser catalogadas como "adultas". Es ideal para románticas empedernidas que busquen una relación bonita.

Y es que hay alguna que otra escena sangrienta. Kate es una joven humana, pero Vincent y sus amigos no, ellos son inmortales. Sin más. Ni vampiros, ni hombres lobo, ni cualquier otra criatura fantástica, inmortales como los de la saga de películas, quitando el hecho de que se vean obligados a ir cortando cabezas para conseguir poderes. Aunque como no todo es color de rosa, este "pequeño" grupo tendrá sus enemigos y tendrán que luchar en varias ocasiones contra ellos.

El único problema que le encuentro al libro es su casi nula acción, la que hay se concentra al final, por lo que llega un  momento en el que es inevitable notar que le falta un poco de acción/movimiento, pero en seguida la pareja principal y sus más que carismáticos compañeros (Ambrose y Jules son mis preferidos) te hacen la lectura mucho más ligera y divertida.

Antes de terminar la reseña me gustaría deciros una cosa, y es que aunque este libro sea la primera parte de una trilogía, bien se puede leer como un libro autoconclusivo, por lo que si alguien quiere arriesgarse a leerlo pero le frena el hecho de que sea parte de una saga, que no se corte y se haga con él. Da igual que  no se sepa mucho inglés, os aseguro que el lenguaje utilizado por Amy Plum no es nada rebuscado, haciendo que la lectura de su libro sea muy ágil tanto para los de habla inglesa como para los que no tenemos el libro traducido a nuestro idioma. 

La continuación se titulará "Until I die" y saldrá la venta a principios de Mayo, lo cual me viene fatal porque quiero continuar la saga y en esos momentos estaré peleándome con los exámenes finales, pero bueno, de todas maneras me haré con él y lo cogeré en cuanto pueda.

Creo que no es necesario decir que sí, que sin duda alguna recomiendo este libro. Vale que forma parte de una saga (aunque sirve como autoconclusivo), vale que la acción se concentra al final, pero por sus personajes y lo bonita y fuera de lo común que es esa relación entre Vincent y Kate (por no ser una pareja hormonada), hace que merezca la pena comprar este libro y apoyar a que muchas más autoras dejen de poner a los jóvenes como niños y niñas descerebrados que ni saben cómo respirar al ponerle a un chico o chica un tanto guap@ delante, y lo peor, que piensen en morir en cuanto la pareja les dice que tiene un problema.

"Die for me" es un libro fantástico-romántico donde es extremadamente fácil ponerse en la piel de los protagonistas, reirte con los secundarios, disfrutar de la relación, soñar con ese romanticismo y sufrir y sentir esa valentía que sienten los personajes en los vertiginosos capítulos finales.