La reseña será bastante más corta que de costumbre. Tened en cuenta que es la segunda parte y que no me gusta poner spoilers, así que tendré que ser escueta y directa. Así que... Ni de coña me ha gustado tanto como el primero.

El principio ya sale en la sinopsis, Leo vuelve, activa su correo y ahí está la cansina de Emmi esperando. Y digo cansina por no decir gilipollas. Sigue tan insoportable e insufrible como siempre, solo pensando en ella misma. No sabe lo quiere, vive de ramalazos que quiere que sean satisfechos en cuanto los expresa sin tener en cuenta si eso daña o no a la gente de su alrededor. Es un personaje que no me cae nada bien, ¿se nota?

"Es que yo actúo siguiendo mis propios deseos. Y busco MI felicidad"

Gran resumen de cómo es la protagonista y por qué la odio. Ella, ella, ella, y para terminar, ella.

En cambio, el personaje de Leo sí sufre cierta evolución, ¡menos mal! Sigue teniendo su toque a la hora de mandar emails, pero es como si no le saliese igual, como si le costase... Se le nota que le afectó lo ocurrido al final del primer libro. Se ve que intenta pasar página, seguir adelante, piensa más las cosas, pero ¿cómo dejar atrás el pasado si lo que te recuerda a él no deja de enviarte emails?

Es por esto mismo por lo que no me cae bien la protagonista. Ella ES INFIEL de principio a fin ¿y a nadie parece importarle? Anonadada me quedo. Ser infiel no es acostarse con uno, es mentir y/o ocultar algo relacionado con otra persona del sexo opuesto (o no), no por el hecho de que no es importante, sino porque sabes que se enfadará y se lo tomará como una infidelidad. Si crees que se lo tomará como tal (a no ser que sea un hipocondríaco o algo por el estilo), es porque estás siendo infiel, y para saberlo no hace falta ninguna terapeuta.

Vale que el libro se centra en la búsqueda del verdadero amor, de no dejarlo escapar y demás aunque se esté casad@, pero siempre habrá maneras y maneras de hacerlo. La que utiliza la protagonista no me gusta nada.

Además, uando se entera de que su marido lo sabe, hace lo que mejor se le da: Se hace la víctima. Ya se sabe que solo ella sufre, el resto del mundo somos completamente felices porque no conocemos el sufrimiento, o al menos eso piensa ella. Tiene los huevos de echar en cara a su marido y a Leo cierto "plan", cuando fue ella la primera que se puso a jugar con los sentimientos de ellos dos, incluso me atrevería a decir que con los sentimientos de 4 personas (por incluir a los hijos). O sea, ella es infiel, juega con quien le sale de los cojones y aquí no pasa nada; en cambio otros intentan "jugar" con ella y ¡horror! ¡¡ Es peor que el apocalipsis !! Mira gilipollas de mierda, te lo mereces, punto.

Eso respecto a los personajes, y en general, sobre la obra, la verdad es que no sé / no puedo decir mucho sin caer en demasiados spoilers, tanto del primer libro como del segundo. Pero tranquilas, no pondré ninguno.

Sigue leyéndose rápido, lo cual es un gran punto a favor, pero tiene demasiada paja, le da demasiadas vueltas a las cosas. Bien podría haber alargado un poco más el primer libro y no escribir la segunda parte.

Otro de los puntos negativos es que tiene momentos demasiado rosas para mi gusto. Ya se sabe que el azúcar debe tomarse en pequeñas dosis porque sino empacha. Que una pareja se guste o se quiera no significa que los niveles de escenas rosas tengan que subir tanto.

Y para terminar con las cosas que no me han gustado, el final es previsible y muy rápido para mi gusto. Es como si se hubiese dado cuenta de que le quedaban pocos folios y pusiese la quinta en tres décimas de segundo.

Resumiendo, en esta segunda parte, además de mucha paja y tener partes demasiado "rosas", ya no cuenta con la "chispa" que le hacía tan buena lectura. Sí, los personajes ya no son tan cínicos ni muestran esa parte suya tan retorcida, es más serio; y encima ya no hay ningún "elemento sorpresa" en la narración porque sigue exactamente igual que en la primera parte.

Lo que hizo del primero libro una lectura especial, se pierde por completo en esta continuación.