Hacía tiempo que no me ponía con un dorama japonés y la verdad es que la elección no ha sido nada mala. Es muy entretenida, tiene un poco de todo, ligera... Perfecta para ver tumbada en el sofá.

Los protagonistas absolutos son el doctor y la enfermera. Él parece muy amable pero en realidad solo lo es con los pacientes, con sus compañeros y resto de la humanidad es jodidamente serio, no tiene amistades, no tiene vida propia, solo vive para aprender más y poder curar a más gente. 

Ella es una enfermera recién licenciada bastante nerviosa y torpe que va a ese hospital porque sabe que él está ahí. No se le ocurre hacer otra cosa que el primer día, a primera hora, plantarse delante del doctor y de buenas a primeras decirle que le ama y por eso está ahí... Obviamente recibe una negativa como una catedral y le explican que a él le llaman Diablo y a ella, por atreverse a declararse, la llamarán Heroina. 

No pueden ser más diferentes y el doctor no la quiere cerca pero cual pareja de detectives logran salvar a la mayoría de los pacientes. Él por sus amplios conocimientos y ella por fijarse en la parte humana, en los detalles más nimios. Él los sana físicamente y ella el alma.

Luego tenemos una gama bastante amplia de secundarios, todos del hospital. Médicos, jefes, enfermer@s, doctores/as, y cómo no, pacientes que te presentarán poco a poco y a los que cogerás cariño. 

Es la típica historia de médicos en la que te cuentan la vida de todos ellos (unos más que otros), los pasados llenos de esperanza o tragedia que los llevaron allí, la dura vida que se vive allí, las historias felices y trágicas que se viven con los pacientes, el dolor por las pérdidas... Por eso mismo es una serie agradable de ver, tiene de todo un poco, no te aburres de estar siempre viendo y sintiendo lo mismo (solo dramones o escenas estúpidas para hacer reir al espectador) Tiene de todo en su justa medida y muy bien intercalado.

La historia de los dos protagonistas está bien contada, se da poco a poco y de manera creíble, los dos cambian de forma muy natural y nada forzada. 

Es un dorama con el que os podéis poner, sin problema. Un día que no sepáis qué ver, ya sabéis. Hay drama, hay romance, hay risas, hay suspiros, hay una bonita evolución en los personajes (sobre todo en la del doctor), y lo más importante, entretiene.