Dorama del que había escuchado buenas críticas y quería ver porque sale mi querido, adorado y amado Hyun Bin, que aunque es cierto que está bien, tampoco me ha parecido gran cosa. 

La premisa pinta muy bien, surcoreana rica y presumiblemente tonta cae sin pretenderlo en suelo norcoreano. Toma marrón y no de los pequeños precisamente. Allí al poco de caer se topa con un oficial del ejército norcoreano, el protagonista masculino, el cual es serio y recto, da un poco de cosa si te paras a pensar que es de donde es, y por eso aunque intenta ayudar a la chica, ella no se fía y no deja de intentar escapar de él, del país, del resto del ejército y de lo que sea.

Al final, como son protagonistas ambos, lógicamente se quedan juntos intentando que no descubran a la chica mientras intentan sacarla del país. Lo pongo en plural, intentan, porque él es jefe de una unidad militar y toda su unidad acaba metida en el ajo ¡y menos mal!

Los protagonistas juntos son muy monos y cómo no, esconden cada uno un pasado con el que se te caerá la lagrimita y que traerá problemas que se sumarán al gordo, que una surcoreana esté como perico por su casa en el norte.

Lo bueno de este dorama son los secundarios. Los chicos de la unidad militar, las mujeres del poblado donde ella se esconde, la chica que estudiaba en Rusia y el estafador. De verdad os digo que si no fuese por todos ellos, el dorama no valdría para mucho. Son el alma de la historia, a los que coges cariño, de los que te preocupas y por los que sigues viendo capítulo a capítulo esta historia, porque sí, la historia de los protagonistas es bonita y tal, pero en lo personal creo que les falta algo, igual que a la historia en general, y solo la trama de secundarios tan bien representados salva a este dorama.

Como llevo bastante tiempo sin escribir por aquí he perdido la práctica de explicaros tan pormenorizadamente como antes por qué algo me gustaba y qué no, poco más os tengo que contar de esta historia porque la gracia, entre otras cosas, está en cómo van saliendo temas que van agregándose a la trama principal, en cómo todo se embrolla, se conecta y lo hace todo mucho más difícil de lo que ya parecía al principio.

Está bien, se deja ver, es entretenida, tiene sus momentos divertidos, dramáticos y cómicos (no olvidéis que el choque cultural entre ambas partes está ahí), pero como ya he dicho más arriba, le falta algo para recomendarla con los ojos cerrados.

Eso sí, casi se me olvida, gran BSO. Se sale de lo normal no poniendo las típicas canciones que suelen aparecen en los doramas. Supongo que lo harían así porque gran parte de la historia transcurre en el norte y allí la música es muy diferente, más tradicional, y la verdad es que es todo un acierto. Me sorprendió y gustó mucho.