No, por suerte no soy como la protagonista y espero que no haya mucha gente que se le parezca.

A ver cómo expreso lo que pienso del libro sin creer que lo estoy haciendo con un humor guachi pero en realidad estar escribiendo de forma barriobajera y chabacana, que al fin y al cabo es lo que le pasa a la protagonista y el resto de arpías que tiene por amigas.

Rebeca es tal y como pone en el primer párrafo de la sinopsis. ¿Problema? Que por locas aquí se entiende tener serios problemas de salud psicológica, rajar de todo bicho viviente, rajar de todo aquello que no hacen o no consiguen, hablar peor que los componentes de las bandas de narcotráfico cuando están puestos de todo, ser un puto desastre (no como solemos decir todos que lo somos, no, desastre de verdad), montar un drama de absolutamente todo pero no hacer nada para remediarlo (¿para qué? Mucho mejor despotricar de todo y todos), y en resumen, una persona de lo más tóxica, hija putesca e hipócrita.

Este personaje se escuda en que oh, soy imperfecta, sincera y malhablada para simplemente poder dejar títere sin cabeza cuando le sale del papo e intentar no quedar como la bruja asquerosa que es. No puede ir solando lo que suelta, ofendiendo a sus propi@s amig@s cuando se enfada, irse dando un portazo, al día siguiente saber que los ha perdido porque se ha pasado tres pueblos, que por eso mismo no tenga cojones a llamarles y pedir perdón (en realidad no tiene cojones para nada), y querer quedar como dios porque pobrecita de mí, es que soy así. 

Quienes me conocen personalmente saben que soy muy malhablada (hasta me han llegado a decir que tal vez por eso no tuviese pareja durante un tiempo determinado), quienes no me conocen personalmente pero hablan conmigo en las diferentes redes sociales también lo saben. ¿Pero desde cuando ser malhablada te da el poder de arrasar y ser una tipeja con derecho no solo a insultar sino por lo visto a también creerte por encima de todo aquel que no piensa y actúa como tú? Es más, llega un momento que se comporta igual o peor que esa gente a la que tanto critica y según ella le hace la vida imposible.

Para que se entienda por qué no trago a la protagonista y al resto de su aquelarre os pongo un par de ejemplos de las joyas que salen en el libro. Cuidado, hay algún que otro spoiler aunque trato de poner lo menos posible:

1. Se va a una tienda, en este caso a una papelería, delante de ella hay una cliente que pregunta cosas al dependiente. Lo típico, pregunta un par de cosas, que al no tenerlas si las puedes pedir, dónde podría encontrarlas, al final terminan hablando de otras cosas, etc. Vamos, lo que muchas veces hemos hecho hasta nosotras porque es normal. Es normal ir a una puta tienda pensando que vas a encontrar lo que necesitas y si no lo tiene preguntar si lo pueden pedir, si tardará más o menos en llegar, y si no es así dónde podría encontrarlo porque lo necesita. Pues ella monta en cólera. Que si quiere empujarla, gritarle que espabile, que si ve que no venden eso allí que se las ingenie de otra manera, que vaya gilipollez buscar eso cuando tienes un producto similar de toda la vida... Así puesto no parece mucho, pero es la bilis con la que lo piensa, es cómo está plasmado... Tened en cuando que yo solo lo he remido. ¿Y a ti qué mierda te importa lo que ella quiera comprar? ¿Lo vas a pagar tú? ¿Lo vas a utilizar tú?

A este extremo llega el nivel de la protagonista. Para todo tiene críticas.

2. No le sale bien una cosa que ha intentado en casa y su reacción es la siguiente, literalmente: Me dan ganas de lanzar un hechizo para (...) o para que engorden todas las mujeres del mundo menos yo.

Ella está rellenita, le sienta como una patada en el hígado, literalmente critica a toda aquella mujer que pesa menos de 65kg, y desea como buena hijaputesca que es, que el mundo engorde y sienta la rabia y el asco que siente ella. Gran nivel. Muy madura. Pero oye, no pasa nada, es que es imperfecta, sincera y malhablada, jijijiji. En fin...

3. El libro empieza con ella trabajando en un sitio donde verdaderamente su jefa y dos chicas más no la trataban bien, y como protagonista que es y aún siendo una persona a la que debería darse de comer aparte, luego las tornas cambian. Una de sus quejas era que había personas (normalmente las que he mencionado) que no se tomaban la molestia de aprenderse su nombre o si lo sabían la llamaban "nena", "guapita" y demás. Pues cuando todo cambia hay una chica nueva que está en recepción. No se conocen, esa chica no le ha hecho absolutamente nada, pero oye, es delgada y guapa, simplemente por eso se merece todo lo malo que pueda ocurrirle. ¿Qué hace la protanista? Hablarle con la misma mala leche, términos y suficiencia. 

Curioso, se lo hacen a ella y son unas cabronas hijas de puta que tienen un palo metido en el culo blah blah blah, lo hace ella con una completa desconocida y no pasa nada, es que es normal, es imperfecta, sincera y malhablada, jujujuju. 

Lo que viene siendo una hipócrita de manual, además de otras lindezas.

4. Hablan mucho de una vegetariana, ex del novio de una de ellas. La novia del chico en cuestión solo sabe seguirla de tal manera que cualquier persona la habría denunciado (de hecho es detenida, se disfraza para acercarse a ella, monitoriza todas sus redes sociales, etc.) Bueno bueno bueno, por ser alguien vegetariana es algo así como una mentirosa postureta. Es más, el nivel aumenta tanto que al final del libro, a esta tía que la sigue descubre que está embarazada para tiempo después destaparse que la vegetariana no era tal. ¿A que no sabéis qué dice? Que ese día en el que se destapó que era una falsa fue el día más feliz de su vida. De la noticia de su estado y que tendrá próximamente  un/a hij@... No es para tanto, todo el mundo sabe que lo que realmente te hace feliz es ver cómo caen otras personas para así tú poder sentirte mejor con esa vida de mierda que llevas. 

Tela...

Total, resumiendo, es imposible empatizar ni con la protagonista ni con sus amigas. De verdad que una cosa es tener sentido del humor, poner a personajes con sus puntazos, que sean diferentes al resto, dramatizar y exagerar ciertas cosas para que impacten y saquen una carcaja (o dos, o tres o las que sean necesarias); pero lo que sale en las páginas de este libro no es nada de eso. Es una retahíla de insultos y palabrotas cada línea y media. Es un listado de críticas hacia todo y todos, más concretamente a las mujeres más que a los hombres. Que si a las mujeres que pesan menos de equis quilos, que si a las mujeres que van a  la peluquería, a las que se maquillan, a las que se cuidan mediante cremas, a las que hacen deporte, a las que salen conjuntadas de casa, a las que van al gimnasio, a las que hacen deporte en la calle, a las que hacen deporte conjuntadas, a las que no son despitadas, a las que son capaces de ser mínimamente ordenadas, a las que tienen tiempo para hacer algo más que no sea niños y trabajo, etcétera, etcétera, etcétera.

Decir que es tóxica es quedarse corta. 

Ojo, al principio me reía con sus salidas, e incluso cuando ya el libro no me gustaba nada, tiene puntazos buenos. Al César lo que es del César, pero al final ha pesado más lo negativo que lo positivo, que para mí ha sido casi nada.

Yo solo digo una cosa, bueno no, la expongo y pensad lo que queráis:

Cada un@ que saque sus conclusiones. Obviamente no lo recomiendo ni bajo la amenaza de engordar hasta los 68kg que la protagonista pesa y que por lo visto hace que sea tan bruja, hipócrita y asquerosa.