En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, Una habitación propia. Sólo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer.
Son muchos los repliegues psicológicos y sociales implicados en este ensayo de tan inteligente exposición; fascinantes los matices históricos que hacen que el tema de la condición femenina y la enajenación de la mujer en la sociedad no haya perdido ni un ápice de actualidad.
Partiendo de un tratamiento directo y empleando un lenguaje afilado, irónico e incisivo, Virginia Woolf narra una parábola cautivadora para ilustrar sus opiniones. Un relato de lectura apasionante, la contribución de una exquisita narradora al siempre polémico asunto del feminismo desde una perspectiva inevitablemente literaria.

La autora:

Londres, (1882-1941). Virginia Woolf, novelista y crítica británica, formó parte del llamado grupo de Bloomsbury junto con su marido, con el que más tarde crearía la editorial Hogarth. Sus primeras novelas ponen de manifiesto su determinación por ampliar las perspectivas de la novela más allá del mero acto de la narración. Sin embargo, su estilo evolucionó para idear argumentos a raíz de la vida interior de los personajes. Su técnica del monólogo interior y estilo poético se considera una de las contribuciones más importantes a la novela moderna.

Opinión:

Nunca había leído antes a Virginia Woolf y decidí hacerlo tiempo después de haber leído "Las horas" (inspirado en la vida y novelas de Virginia Woolf) de Michael Cunningham y después de haber visto la película basada en el mismo libro y totalmente recomendable de ver.

Cogí este libro en la biblioteca pensando que era una novela cortita y resultó ser un ensayo. La verdad, no soy una persona de ensayos pero éste me ha sorprendido mucho.

"Una habitación propia" es un ensayo sobre el feminismo, no por ello sólo esta dirigido a las mujeres sino a todo el mundo.

Virginia Woolf trata la independencia de la mujer y su relación con la educación y la escritura, ya que ciertas partes las enfoca hacia la mujer escritora o novelista. Hay que decir que pese a ser un ensayo y tener estos la fama de tediosos y aburridos es muy fácil de leer y muy educativo. Se aprenden muchas cosas sobre las tradiciones y los pocos derechos que tenía la mujer por aquel entonces, en 1929 cuando Virginia escribió el libro.

En algunos puntos hace una reflexión muy personal y quizás llegue a divagar un poco pero en general es un libro que todo el mundo, y más aún las mujeres, debería leer.

Se categoriza como ensayo, y lo es, pero Virginia tiene una manera especial de escribir que no parece realmente un ensayo, ella inventa a la propia protagonista a la que pone nombre que reflexiona sobre estos temas.

También anima no sólo a las mujeres, sino también a los hombres a la superación personal en todo los ámbitos y explotar los dones y talentos naturales de cada uno y especialmente el de la escritura (para quien lo tenga), pues está enfocado a este tema.

“Estar siempre haciendo un trabajo que no se desea hacer y hacerlo como un esclavo, halagando y adulando, aunque quizá no siempre fuera necesario; pero parecía necesario y la apuesta era demasiado grande para correr riesgos; y luego el pensamiento de este don que era un martirio tener que esconder, un don pequeño, quizá, pero caro al poseedor, y que se iba marchitando, y con él mi ser, mi alma. Todo esto se convirtió en una carcoma que iba royendo las flores de la primavera, destruyendo el corazón del árbol.”

Se pueden observar muchas diferencias en los derechos de la mujer actual con la mujer de aquel entonces, aún así se aprecian cosas que desgraciadamente aún no han cambiado.

El resumen general podría ser, que toda mujer que quiera conseguir su meta académica y artística y que quiera superarse a si misma deberá tener total independencia económica y por tanto una habitación propia, pues en caso contrario todo resultado estará condicionado y no será puramente libre.

No me voy a extender mucho más, pues para eso está el ensayo. Solo decir además de las mujeres, los hombres deberían leerlo para darse cuenta de ciertos matices que diferencian a ambos sexos en la sociedad actual y muchas injusticias heredadas de antiguas tradiciones que desgraciadamente aún perduran.

“Currer Bell, George Eliot, George Sand, víctimas todas ellas de una lucha interior como revelan sus escritos, trataron sin éxito de velar su identidad tras un nombre masculino. Así honraron la convención, que el otro sexo no había implantado, pero sí liberalmente animado (la mayor gloria de una mujer es que no hablen de ella, dijo Pericles, un hombre, él, del que se habló mucho) de que la publicidad en las mujeres es detestable.”