Tal y como sale en la sinopsis, y como supongo que habéis deducido, un niño muy pobre pero no por ello infeliz, consigue entrar en la fábrica de chocolate con la que tanto había soñado... La primera media hora de la película es la mejor. Ahí nos muestra la vida del niño, nos introduce en la historia de él, de su familia (viven 7 personas en una casa de una habitación medio derrumbada), y la de la famosa fábrica.

A lo largo de esos 30 minutos podemos ver lo que nunca se debe perder. La inocencia, la esperanza, los sueños, tener a alguien (familia) en la que sentirse querido y apoyado, etc. Realmente es una parte muy bonita, soñadora, sensible y divertida.

A partir del momento en el que los ganadores entran en la fábrica, la película entra en lo que llamo una montaña rusa, lo mismo tiene momentos entretenidos y divertidos, que otros en los que no sabes muy bien qué narices está pasando (el nivel baja, obviamente).

Una de las cosas que me ha llamado muchísimo la atención es el aspecto visual, lo colorista que es. ¡Es alucinante! Juro que me pregunté si de verdad era de Tim Burton. Nos tiene acostumbrados a películas más melancólicas y oscuras, por lo que "Charlie y la fábrica de chocolate" choca muchísimo.

El interior de la fábrica es como un mundo fantástico aparte. Tenemos ríos y cascadas de chocolate, montañas, oompa-loopas como trabajadores, ardillas que se encargan de las nueces, inventos totalmente alocados y otros revolucionarios, sala de experimentos, etc.

Esta película es esencialmente visual, para agradar a la vista con tanto color (tanto los escenarios como las ropas que me lleva Deep). Está hecha para captar la atención, para impresionar, para que choque, y lo consigue.

Esta parte de la película no gusta tanto como esa primera media hora de la que hablaba, porque está formada por un sistema repetitivo. Cada cierto tiempo, cada vez que entran en una sala (Deep les hace un tour por la fábrica), un niño saca lo peor de él mismo y termina "mal". Al principio hace gracia, pero cuando ya te ves venir las cosas, como que pierde gracia. Y para rematar, tenemos a esos trabajadores oompa-loopas que te salen en escena como si de un musical te tratase, y terminas con la boca abierta. Muy surrealista.

El personaje de Deep está bien interpretado, traumado y escéntrico (vamos, los típicos papeles que le van tan bien xD ); y de los niños tampoco hay que decir nada en contra. La repipi asquerosa da asco, al friky dan ganas de darle dos leches por sabiondo y por no saber hablar, la masca-chicle y el gordito dan griman.

Personalmente me ha gustado. Tiene momentos muy buenos, es divertida, alocada en varias escenas y está dirigida tanto para niños como para adultos (mis padres también la han visto). La recomiendo a todo el mundo aunque no me ha gustado como otras películas de Tim Burton.